Zygmunt Baumann es conocido por ser el creador del concepto “Modernidad liquida”, una sociedad que no conserva durante mucho tiempo una forma determinada, que está constantemente en cambio.
Las palabras clave en esta época son “fluidez, liquidez, incertidumbre, volatilidad”, metá foras adecuadas para tratar de entender esta nueva sociedad en la que los hechos nos toman por sorpresa y mucha gente se siente impotente ante la falta de certezas, cuando no te sientes capaz de pronosticar, como tiempo antes, el como evolucionará algo.
Es una época que sigue a la modernidad só lida de hace 150 años aproximadamente. Hoy por hoy, vivimos ante una encrucijada que nos propone constantemente muchos opciones o caminos a elegir, y ello nos complica la vida. Necesitamos una nueva identidad para transitar ante estas aguas turbulentas. En un entorno como el actual, cada vez menos escuchamos el hablar de “compromiso a largo plazo”.
Por otra parte, esta misma sociedad, ecléctica y globalizada, nos está dado la oportunidad de conciliar modelos de pensamiento anteriormente impensables o ni siquiera conocidos.
Las cosmovisiones de Oriente y Occidente, se han considerado desde siempre posturas de pensamiento antagónicas, como algún dia se consider ́ ó a la ciencia y a la religión. Comenzar a vislumbrar la integración de ámbas cosmovisiones es un reto, que de no llevarlo a cabo, seguirá siendo caldo de cultivo para tanta violencia y discriminación.
La importancia de la cosmovisión es determinante para la postura que la persona pueda tomar ante algun asunto en su vida. Ninguna cosmovisión es mejor que otra, es un terreno subjetivo. Comprender que “somos” a través de la mirada del “otro”, podrá darme la oportunidad de comprender al mundo desde la inclusión.
Integrar, respetar, validar las creencias de otros, sobre todo cuando de creencias religiosas hablamos, es uno de los grandes retos que el mundo actual enfrenta.
Laura Villarreal González